Por Idealista
El Banco Central Europeo (BCE) ha puesto las pilas a los Gobiernos en su último boletín económico. Y es que la máxima autoridad monetaria y financiera en la eurozona no ha dudado en pedir más esfuerzos a la hora de acelerar las reformas estructurales. Al menos, en materias como las pensiones.
Según el organismo presidido por Mario Draghi, el gran impacto del envejecimiento de la población llegará en un par de décadas, y eso que hay varios países de la región de la moneda común con un gasto récord en pensiones.
«Si no se emprenden reformas, seguirá creciendo en muchos países. Y el impacto máximo del envejecimiento se producirá cuando la generación del ‘baby boom’ se jubile en algunos países de la zona del euro, aunque en otros llegará más tarde», dice textualmente en el boletín.
El BCE también insiste en que «los cambios registrados desde 2001 en el gasto público de la zona del euro muestran los riesgos que plantean las vulnerabilidades fiscales para la sostenibilidad de las políticas de gasto que promueven el crecimiento». Y también alerta de que el efecto de la retirada laboral de la generación del ‘baby boom’ «será especialmente acusado en los países con sistemas públicos de pensiones de reparto», como por ejemplo España.
Y, según el organismo, esto «suscitará problemas de equidad intergeneracional, ya que la ratio cotizantes-beneficiarios está disminuyendo y estimaciones recientes sitúan los compromisos acumulados hasta la fecha de la Seguridad Social en más del 200 % del PIB en la mayoría de los países». En su opinión, todo ello aumentará todavía más el gasto sanitario y provocará una caída del empleo, del crecimiento y la innovación.
Por todo ello, el BCE lanza este aviso a navegantes: «muchos países necesitan constituir colchones fiscales, resistir la tendencia a revertir reformas que promueven la sostenibilidad de sus sistemas de seguridad social y emprender cuantas reformas sean necesarias para reforzar sus mecanismos nacionales», sobre todo porque varios miembros de la eurozona registran una elevada deuda pública (España entre ellos), lo que redice su margen de maniobra fiscal.
En concreto, el organismo detalle que «para salvaguardar la sostenibilidad de los sistemas sanitarios será necesario adoptar nuevas medidas que incrementen su eficiencia. Las recomendaciones instan también a seguir mejorando en la asignación y el uso eficiente de recursos en todas las categorías de gasto social».
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